lunes, 31 de diciembre de 2007

Zorionak eta urte berri on!


Feliz año nuevo por adelantado a todos, muchas gracias a quienes me visitan y comentan, muxu handi bat!

Batido de vainilla


Unas cuantas bolas de helado de vainilla, un par de vasos de leche, dos buenas nueces de nata azucarada, azúcar avainillado de delicioso aroma a su gusto.
Bátase bien, variando la velocidad. Si se desea, déjese reposar en la nevera para que se refresque, pues debe servirse muy frío. Cuando lo sirva, puede añadir chocolate en polvo en su bebida si es de naturaleza golosa. Le aseguramos que será delicioso.
Una receta muy simple, muy agradable de realizar y aún más de tomar; que en las tardes de ansiedad de verano en las que lloraba como una loca, me arañaba sin darme cuenta y me autolesionaba con la furia de un animal embravecido, me calmaba más que aquellos Diazepanes bajo la lengua que me dejaban un desagradable regusto acartonado.

viernes, 28 de diciembre de 2007

De vuelta


He vuelto hace poco de Jaén, tras estar otros tantos días en un pueblecito de Badajoz. Ya ha pasado lo peor, podría decir. Partimos temprano de casa de mi abuela paterna, en Jaén. Sentí pena por esa octogenaria arrugada y bajita, cuya mano de uva pasa se aferraba a la mía cuando paseábamos y cuya boquita de escasos dientes supervivientes al paso del tiempo no dejaba de decirme lo que dice cada vez que nos vemos, que qué guapa estoy, que cómo he crecido, que estoy hecha una mocica... Nos fuimos temprano de su casa, donde vive sola -tengo familiares allí, en el mismo pueblo, pero no viven en su casa- y se despidió de nosotros con los mismos ojitos llorosos con los que nos recibió -estaba preocupada, porque mi madre tiene la salud de un pajarito y tanto viaje... Tanto coche... No se sabe.

Lo he pasado todo, ahora miro atrás y me enorgullezco de haber aguantado, de haber pasado unos días con mis familiares y de que mis padres estén contentos.

Ahora mismo estoy cansadísima, harta de escuchar música durante todo el trayecto, pensando sólo en los deberes que tengo pendientes, en los regalos que tengo que comprar, pero esta tarde me permitiré el lujo de dejarme caer en la camita que tanto he añorado sin pensar en nada más que en mí. Me encenderé incienso para quitar el olor a cerrado -fuerte pese a que sólo ha pasado una semana- y no me preocuparé de nada más, aunque lo cierto es que tengo un mal sabor de boca: ¿sabían que aquella gente que me insultaba en el instituto me ha seguido acosando -vía Internet- de una manera muy sutil pero sin embargo fácilmente apreciable y dolorosa? ¿Qué hago con ellos?

Bueno, quizá no pueda volver a escribir hasta el año que viene, así que espero que todos ustedes pasen una feliz velada en Nochevieja -yo la pasaré con quien más quiero- y que este año sólo les traiga cosas buenas. De verdad.

viernes, 21 de diciembre de 2007

¡Acaben con esto!

Y la resignación es el suicido cuotidiano.

Todo acaba llegando. Y aquí estoy, preparándome para ir a un sitio que me deprime aún más si cabe. A un sitio cuyo largo viaje en coche me hace sentir oprimida, como si en vez de cinturón hubiera apretándome una anaconda hambrienta; el cinturón me apretará el pecho tan sólo, pero mi cuello se sentirá como si me estuvieran intentando ahogar dos fuertes manos alrededor; las ventanas empañadas son una prisión para mi felicidad; ¡socorro!, que me llevan a un lugar a donde no quiero ir.
Preferiría quedarme trabajando, ir a algún lugar donde la Navidad no sea un festivo si no un puñetero día más, no enterarme de cuándo son las uvas porque sencillamente ignoro todo: sólo quiero días normales, y no falsas festividades consumistas para más inri pasadas en un antro infernal.
Estoy bastante mal. Mis padres ya están acostumbrados a mis malas caras, pero ayer, durmiendo junto a mi pareja, soñé que ya estaba a un millar de quilómetros de aquí, me desperté y por suerte allí estaba mi amorcito, le abracé con más fuerza pero triste, pues no creo que me vuelva a pasar esto en toda mi estancia en aquel lugar que tanto odio.
Serán entre cinco y siete días, pero haría lo que fuera por no ir. Pero mis padres me ignoran. No me queda otra.


Llueve. A juego con mi estado de ánimo.
Me encadenaría a la cama, a un árbol del barrio, a donde fuera. Mas no me queda otra que intentar no abrir la puerta del coche en marcha para huir de mi pesadilla.


Intentaré postear desde aquel agujero de inmundicia rural.

Un saludo.


miércoles, 19 de diciembre de 2007

Mundo podrido


Cuando salimos del Duque de Nueva York videamos al lado de la iluminada vidriera principal del bar un viejo y gorgoteante pianitso o borracho, aullando las sucias canciones de sus padres y eructando blerp blerp entre un trozo y otro, como si guardase en la tripa podrida y maloliente una hedionda y vieja orquestra. [...]

Estaba como aplastado contra la pared, y tenía los platis en un estado vergonzoso, arrugados y en desoden, cubiertos de cala y barro, de roña y alcohol. Bueno, lo agarramos y le encajamos unos pocos tolchocos joroschós, pero siguió cantando. [...] cuando el Lerdo le dio unos cuantos puñetazos en la hedionda rota de borracho, paró el canto y se puso a crichar:

-Vamos, péguenme, cobardes hijos de puta... no quiero vivir en este mundo podrido.

Le dije al Lerdo que se apartase un poco, porque a veces me gustaba slusar lo que algunos de estos decrépitos starrios decían de la vida y el mundo.

-Bueno, ¿y qué tiene de podrido? -le dije-.

-Es un mundo podrido porque permite que los jóvenes golpeen a los viejos como ustedes hicieron, y ya no hay ley ni orden. [...] Ya no es mundo para un viejo, y por eso no les temo ni así, chiquitos míos, porque estoy demasiado borracho para sentir los golpes si me pegan, y si me matan, ¿qué más quiero? -Smecamos, divertidos, y el viejo continuó: - ¿Qué clase de mudno es éste? Hombres en la luna y hombres que giran alrededor de la tierra como mariposas alrededor de una lámpara, y ya no importa la ley y el orden en la tierra. Así que hagan lo que se les ocurra, sucios y cobardes matones. -Y para remate nos regaló un poco de música labial - Prrrrrrrrrrrzzzzzrr -[...] y reanudó el canto.


La naranja mecánica, Anthony Burgess



A mí no me agreden físicamente, pero me insultan y me humillan algunos compañeros. Pero yo actúo como el señor viejo ante Alex y sus drugos: canturreo, qué más da, me hago una coraza frente a sus desplantes, sus miradas, sus pretensiones de hacerme sentir mal con sus risitas y sus chismorreos. Dudo que la justicia haga nada -a no ser que todo esto llegara a dimensiones mayores, mi vida corriera peligro... Yo que sé- por lo que, como dice mamá, el mejor desprecio es no hacer aprecio. Vamos, que les oigo, pero no les escucho.

Se acercan las temidas fechas navideñas pero mi viaje a la biblioteca ha dado sus frutos: La naranja mecánica, of course, El hombre en busca de sentido e Informe sobre Auschwitz, eso es lo que encontré dentro de lo que buscaba. Pero bueno, mi estancia en la ruralidad será larga, pero no eterna.

Un saludo.

Agur!

martes, 18 de diciembre de 2007

A clockwork orange ♥

Joajoajoajoa... Grandiosísima imagen, Alex en el bar Moloko... Got milk?

Núria parece haberlo abandonado. Es una chica inteligente, que en un tiempo pasado fue aplicada en los estudios. Ahora hace campana como si nada. Bastantes quebraderos de cabeza tengo yo como para hacer lo de siempre: llamarla, hablar con ella, hacerle entrar en razón y que prometa que retomará cuarto, que está haciendo por segunda vez.
Me parece muy cruel que una persona que aspiraba a hacer una carrera no vaya a tener ni la ESO por causas ajenas a su inteligencia. Me repugna que lo que acabe haciendo Núria sea optar por un trabajucho de mierda en vez de aprovechar su potencial. Quizá ella no lo ve, pero está echando por tierra muchas cosas y despreciando una gran oportunidad... ¿Cuántas veces se lo habremos dicho?
Pero me rindo. Que haga lo que quiera, yo ya no puedo más, hice lo que pude y bien lo sabe.

Cambiando diametralmente de tema, se aproxima a pasos de gigante mi estancia en el pu(ñe)t(er)o pueblo. Tengo varios proyectos: estudiar dibujo técnico para no ir atrasada en un futuro, mi querida Nintendo DS con sus magníficos juegos que los Reyes Magos me han traído por adelantado (la verdad que en casa somos así), unos cuantos trabajos escolares y por supuesto un montón de libros. Desde La naranja mecánica, cuya adaptación cinematográfica me fascina (y Alex y sus drugos serán el presunto disfraz de Carnaval de unas cuantas amigas y yo), algunas recomendaciones de Joselu (apuntadas están, mañana haré un viaje a la biblioteca) y algún libro de física, química o matemáticas.
Puede pareceros mucho, pero en ese pueblo de escasos habitantes el tiempo parece ir más lento, igual que el aire tan limpio parece herirme mis pulmones (soy muy de asfalto), la sequedad típica de dicha comunidad autónoma (cuyo nombre no nombraré para no ofender a nadie) me hace sangrar la nariz y me reseca el pelo y la piel (sí, como si fuera un pez fuera del agua). El acento de sus gentes me resulta gracioso (sólo diré que "quien no diga jumo, jacha y jiguera no es de mi tierra", como mamá dice... Y se acabaron las pistas sobre esta tierra que tan poco me gusta).

Lo siento por este discurso tan disperso, pero tengo mil cosas en la cabecita.

Un saludo cordial a todos.

Agur


domingo, 16 de diciembre de 2007

Núria


Es increíble de qué manera puede endurecer una persona su aspecto pero seguir siendo tan dulce por dentro como antes de la metamorfosis.

Núria es de mis mejores amigas, mi amiga del alma. Nos hemos engañado, nos hemos herido, hemos tenido nuestros más y nuestros menos porque somos humanas; pero sé que en mi vida tendré una amiga tan buena como ella.

Núria parece extraña por fuera. Tiene una estética un tanto desentonante con lo habitual en este barrio. Núria es punk. Muchos incultos la llaman gótica y cosas por el estilo, y eso cuando no la insultan por su look. La verdad que desde que la conozco su aspecto ha cambiado muchísimo. Su pelo tiene los colores más estridentes, lleva camisetas de grupos que dudo que conozcan nuestros compañeros -desde Negu Gorriak hasta los Ramones-, sus pinturas de guerra son un tanto peculiares, sueña con hacerse una cresta en su antes cascada de rizos -que yo misma le corté con un extremado estilo garçon, creo que ver sus rizos caer me dolió más a mí que a ella.
No es sólo su manera de vestir, peinarse y maquillarse: Núria piensa diferente. Y eso, junto con su aspecto, hace que se gane la antipatía de sus intolerantes compañeros, que no aceptan a alguien que desentone tanto. Núria en Barcelona pasa desapercibida, sobretodo en la calle Tallers, con sus pinchos, su pelo de color chillón, sus medias rotas, sus Converse customizadas, su mirada oscura y sus ideales extremos.
Pero yo conozco a Núria por dentro, y sé que bajo esa costra, ese caparazón, se esconde un relleno muy dulce.

Mis padres se preocupan porque saben que su vestimenta, su atuendo provoca reacciones violentas en algunos iluminados que por el barrio y la ciudad circulan, y qué quieren que le diga, a mí también. Pero ella debe decidir entre seguir con sus ideas o llevarlas sólo por dentro -aún con el paradójico riesgo de que los demás la abucheen por abandonar hipócritamente y por miedo su apariencia anterior.
Núria, no leerás esto, pero no debes esconderte tanto de los demás. Como tanto dices cuanto te insultan o me agreden, nos comen el culo.
Núria es auténtica.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Baile de máscaras



Internet nos da muchas oportunidades para esconder nuestra verdadera identidad, hacernos una nueva; y así participar en este baile de máscaras donde uno puede mentir a su antojo sin que nadie le pueda reprochar nada. Quizá en realidad no me llame Aranzazu, quizá no estudie primero de bachillerato, puede que no tenga dieciséis tiernos años, quién sabe si ni siquiera sea mujer. Aunque en este caso os aseguro que todo lo anterior es cierto.



Tengo varias cuentas en diversos sitios de Internet, de hecho, en esta red de redes conocí a mi novio -ya hace dos años y medio que nos conocemos en persona, no se piensen que yo sería capaz de mantener uno de esos tristes romances cibernéticos donde si se ve la cara de la persona amada, es a través de la webcam, los besos son meros iconos, los susurros con promesas de amor viajan por cables hasta la computadora del amante... ¿Qué mierda de amor es ése?- y nunca hubo máscaras: él sabe cómo soy, y yo le conozco bien, nada de nicknames que hagan pensar al otro si ese 69 es la edad, el año de nacimiento o una declaración de intenciones.

Pues en esta red de redes he conocido a bastante gente, dándome cuenta de que si tengo problemas de relación con algunos compañeros del instituto no es mi manera de ser, mis gustos tan raros a sus ojos ni nada por el estilo, ya que sin disimular nada de mi ser he hecho buenas amistades con personas de todo tipo, iguales a mí o absolutamente diferentes.




La verdad que en este baile de máscaras yo voy con la cara descubierta.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Curiosidad, por suerte







Esto sucedió a principios de septiembre en el metro. Íbamos unas cuantas amigas y yo a pasar la tarde en un centro comercial de Barcelona.


El vagón iba bastante vacío, por lo que todas pudimos sentarnos. Háblabamos de nuestras cosas mientras nos dirigíamos a nuestro destino cuando una señora de avanzada edad se subió al vagón y se sentó a nuestro lado.


Esa señora nos dio conversa. Fue algo así:



Señora: ¿Acabáis de salir del colegio?
Alguna de nosotras: No, señora, lo empezamos en una semana o así.
Señora: Ahh... Y qué, ¿os enseñan a coser y a cuidar niños?





¿Qué decirle? Nos quedamos calladas todas, mirándonos con extrañeza, dándonos pena la mujer.







Señora: ¿Y qué quéreis ser, niñas? ¿Enfermeras o profesoras?


Mi pensamiento: Madre mía, esto es demasiado. Si le digo que quiero ser ingeniera de caminos le dará un patatús a la pobre señora.



Nos bajamos y nos despedimos de la señora, que nos dio bastante pena. Pero tampoco dijimos nada más.









Sí, quiero ser ingeniera de caminos. Y al comentárselo a personas supuestamente no tan chapadas a la antigua se han escandalizado, diciendo barbaridades que van desde "eso es de chicos", hasta "los catedráticos, al ver que eres mujer, pensarán que vas a pescar a un futuro marido bien situado y serán de lo más cabrones contigo".



Pues lo siento, señores, estudiaré caminos, le duela a quien le duela. Y si tengo que luchar el doble, lo haré. Y si es de chicos, pues más tendré donde elegir, hala.






miércoles, 12 de diciembre de 2007

Eguzki-izpiak

Se abrió un claro entre las nubes,

hemos vuelto a ver el Sol;

como dos presos comunes

en el tejado de una prisión.
Siempre he sido bastante escéptica. Una vez hecha mi Primera Comunión y haber pasado varios años causando estragos en mi profesora de Religión de primaria con mis demasiado curiosas preguntas sobre el Señor, la Santísima Trinidad y demás, empecé a plantearme la existencia de un ente superior -tema del que ya he hablado en alguna clase con mi profesor de Filosofía.
Me considero atea. Sin embargo, creo a mi manera en el destino. A mi parecer, todo sucede por algo. Quizá haga de todo una falsa cadena causa-efecto, pero a veces me da la sensación de que mis creencias en cuanto al destino no son tan falaciosas como le podría parecer a cualquiera.

Un ejemplo sería hoy.

Un día penoso.

Me han vuelto a meter el dedo en la llaga con mi primer suspenso, el cual prefiero obviar pues lo recuperaré el trimestre que viene; he visto a gente que preferiría no ver jamás, pero tengo que verla; he discutido con mamá y con mi novio...

Como podéis apreciar en la entrada anterior, de hoy mismo -gracias por los comentarios, por cierto ^^- mi día era paupérrimo.

Eran las cinco de la tarde, mojaba con mis lágrimas un cojín del sofá mientras trataba de relajarme. Y las nubes empezaron a disiparse.

Mamá me envía un mensaje para saber si estoy mejor. La llamo al trabajo, hablamos y todo queda como siempre, y las dos más tranquilas.

Llamo repetidas veces a mi novio a casa para tratar de arreglarlo todo, pero no descuelga nadie. Le llamo al móvil, cruzando los dedos para que no esté tan cabreado para no hablar. No lo estaba; simplemente me dice que está fuera de casa y que en veinte minutos le podré llamar a casa.

Espero a que me avise.

A la media hora, pican a la puerta. No me lo podía creer, ¡era él!
Mi novio vino desde Mataró sólo porque estaba preocupado por mí y quería abrazarme y que hiciéramos las paces. Pasamos la tarde juntos en casa, viendo medio adormecidos la televisión, muy feliz yo de tenerle y de estar protegida entre sus brazos, bajo las mantas.

Se marcha, hago los deberes y me conecto.
Leo los comentarios y me siento menos anclada a mi tristeza.
Leo un post que me hace enrojecer y llorar como una tonta, doy muchas gracias a quien lo escribió.
Y el día se enderezó.
Por eso creo que todo el mal de hoy, de estos días, ha sido compensado poco a poco con detalles que me han arrancado una sonrisa.

Mi teoría del destino me recuerda un poco al pensamiento teocéntrico medieval -aguantar todo el sufrimiento de la vida para la paz en la vida extraterrenal en el cielo- pero veo mis días y parece que el destino o yo que sé quieran compensarme más de una vez. Mejor pensar así que verme arrastrando una enorme cruz, ¿no?

Muxu pila para todos.

Bad day


Un mal día lo tiene cualquiera. De hecho, mi vida no es más que una sucesión de malos días.


Días realmente oscuros. Y mejor no pensar en la Navidad de mierda que me espera...

Me gustaría escribir de cosas alegres, pero no abunda la alegría en mi interior. Mi alma está negrísima. No puedo más.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Pompa de jabón.

Vista de la calle desde mi ventana.

No dejo de pensar en las passejades que nos pegábamos papá y yo por Barcelona las mañanas de primavera cuando hace un par de años me vi sumida en la tristeza pero la única que tenía depresión era mamá; sin embargo, yo estaba muy triste siempre, me sucedieron muchas cosas a la vez y no pude afrontarlas -ya dicen que de mica en mica s'omple la pica.

Recuerdo con especial tristeza los consejos y las charlas de papá por las Ramblas, los callejones estrechos en los que los bloques de pisos bajitos parecían abalanzarse sobre una, donde escalofríos me recorrían el espinazo al recordar aquello que me contó papá -una vez encontró a una muchacha muerta por sobredosis. Sus intenciones eran muy buenas, pero el efecto de sus palabras en mí era nefasto, de hecho, el recuerdo aún me comprime el pecho.



Tú estás así por culpa de la gente, niña. Tienes que ser como una tortuga: avanzando, pasando de la gente, con tu caparazón en el que nadie puede entrar, ¿me entiendes, Arantxa?

Te entiendo, papá. Pero yo nunca seré una tortuga de duro caparazón, he sido, soy y seré una frágil burbujita de jabón a la merced del aire.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Cinco minutos más


Mamá dice que no puedo pasarme el día en la cama. A eso de la una, me hizo salir y comer algo.

Mamá quiere que salga, aunque sea con ellos, un rato esta tarde.

Mamá, no quiero. Déjame vivir en mi cama calentita, el mundo onírico y el dormir pesado sin sueños me hacen escapar de esta mierda de vida sin tener que acabar con ella, opción que tanto me tienta cuando no estoy entre mis sábanas tan suavecitas.
Déjame dormir hasta que todo esto se acabe.

viernes, 7 de diciembre de 2007

El cielo está encapotado. ¿Quién lo desencapotará?


Días grises poco felices, ¡no sé para qué me levanté!

Maldito cielo gris... Quiero que llueva de una vez, salir a tomar la lluvia, dejarme caer en el suelo encharcado con las ropas empapadas y que las gotas que caigan disuelvan mis lágrimas...
Tengo la sensación de que por mucho que llore o escriba nunca acabo de desahogarme, ¡no sé qué hacer salvo quitarme de en medio, no puedo más con esta melancolía que me obstruye el pecho y no me deja respirar!


Tarde con amigos, batido e intento de compras. Inditex, ¿para quién hacéis la ropa? Parece que para gente como yo, con generosas caderas, algo de barriguita y buenos cuartos traseros, no. Y me niego a ser un bicho palo informe y amorfo.

Intentaré buscar un poco de solución a lo que esté al alcance de mi mano poder arreglar. A ver qué pasa.
Agur.

martes, 4 de diciembre de 2007

¿Justicia, dices?


Anónimo dijo...
Auque sea en la ficción, a veces hay justicia.
¿Justicia?


Dime tú que justicia hay en que intente y no deje de pensar en intentar dejar el juego de la vida.


Todo me da igual a estas alturas.
No puedo más.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Ezkutuko pentsamenduak

Día mierdoso...

Demasiadas injusticias en tan poco tiempo comprimidas...

¡Matadme de una puñetera vez!

¡Que os vean vuestras manos manchadas de sangre y os encierren en una mazmorra en lo más profundo del frío oceáno!

¡Idos a la mierda directamente!

Pero sé que para variar yo saldré medio muerta por dentro y vosotros, cómo no, impunes.


¿Queréis volverme loca?


Pues lo estáis consiguiendo, me paso horas mirando al techo con los ojos rojos de tanto embeber mis lágrimas, el suelo húmedo de tanto bebérselas, pero ¡qué mas os da!


¡No os considero ni personas, sois unos jodidos monstruos!



De veras, no puedo más. Sólo pienso en abrirme los brazos otra vez más, volver a ver salir mi sangre rojísima, sentir que el dolor real palía el imaginario...


Si no acabo con esto es para no daros ese gusto. Imbéciles.




Agur.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Freakin' sweet


Después de pasar este fin de semana en mi burbuja, en el paraíso del amor, entre los brazos de aquel que sabe hacerme sonreír y sentirme en paz con el mundo o como si nada más existiera salvo nosotros, el mundo real se me hace raro y hostil.
Estar con él es tener sed y beber agua salada...
Pero me basta con oler mi piel, ver que huele a él y sentir que siempre tengo una burbuja de amor a mi alrededor y que no hay manera de romperla; que no me hacen falta gafas especiales ni puñetas para ver el mundo de color rosa, o al menos, más rosado.
Dos años y medio de felicidad, de malos tragos que he pasado abrazada a él, y los que nos quedan. Hay quien dice que soy muy joven para tener novio, para estar con él tanto tiempo, pero le amo como la mujer en la que poco a poco me voy convirtiendo.

Aún noto sus labios en los míos y ya deseo volver a verle...

Aunque dudo que lea esto, ¡LE AMO!
Besitos siderales para todos, sean muy felices =)

martes, 27 de noviembre de 2007

Feliz Navidad

24 de diciembre


¿Dónde estaba?


Todo estaba muy oscuro, no sabía cómo había llegado a una plaza de gran negrura dando tumbos por calles igualmente siniestras y húmedas y solas. Tenía el cuerpo lleno de magulladuras de los cien golpes que me había dado por el camino y no podía andar bien porque no veía nada y me dolían las piernas y estaba perdida y llena de temor. Lágrimas calientes que salían de mis ojos y rápidamente se enfriaban y dejaban un residuo sólido en mi rostro frío -tenía las mejillas como manzanas, de rojas.


Tenía tanto miedo... Todo parecía ser gris oscuro como el cielo que lleno de amenazantes nubes estaba sobre mi cabeza.


Caí por enésima vez y choqué contra un escaparate que se rompió en mil pedazos. La alarma empezó a chillar como loca y asustada huía, sintiendo la sangre caliente que brotaba de mis muchas dolorosas heridas y el frío del aire helado que me cortaba la piel al correr sin rumbo pero lejos, muy lejos.


Y empezó a llover. Gotas enormes y frías me calaron hasta los huesos. Me dejé caer en el barro del parque. Sentada de cualquier manera, tal y como caí en el suelo, miré al cielo gris negruzco, sentí el inmenso frío, la incómoda humedad, el enorme dolor en mi pequeño cuerpo, la sangre correr diluida en agua tiñendo mi ropa junto con el agua sucia que impregnaba también mis vestiduras, la soledad de las calles y la plaza y el parque que retumbaba en mis oídos, la inmensa pena de saber que en breve moriría sin nadie a mi lado, sólo yo.

Miré a las nubes por última vez, iba a perecer sin que nadie me tomara la mano, sin que nadie pudiera cerrar mis párpados de cristal una vez en el otro mundo, sin poder despedirme de los míos, sin creer en Dios ni en nada. Susurré un hasta siempre no sé muy bien a quién o a qué. Hasta siempre.


lunes, 26 de noviembre de 2007

¡Miseria maldita!

Juajuajua... ¡Mítico!



De exámenes.
Se acerca la Navidad, fecha que cualquiera que me conozca sabe que me asquea y me deprime.
Encima me voy a pasarla a un lugar que me sienta como le sentaría a un pez que le dejaran unos días fuera del agua... No tengo nada en contra de Extremadura, pero su clima, la casa de mi abuela, el pueblo... Me apetece más tragar plomo fundido que ir allí. Y la verdad que no estoy exagerando demasiado. Pero es inevitable... Todo acaba pasando, supongo.

Dicho esto, me dispongo a volver a quemarme las cejas un ratito más, próximamente, ya crearé alguna entrada polémica, no se preocupen, todo llegará.


Un saludo =)




Medio mundo se pasa la vida
sufriendo los golpes
¡¡Miseria maldita!!
Mientras que el otro medio mundo
se lava las manos en agua bendita...


sábado, 24 de noviembre de 2007

Sucede que me canso de mi piel y de mi cara...





No es que esté cansada... Es una sensación rara, me pesa el cuerpo, me cuesta moverme, me cuesta hasta pensar. Pero mejor así, si pienso en algo sólo es en buscar el final... Así que haré un esfuerzo más, como hago siempre.

Esta tarde voy a la discoteca. Pero yo no voy allí porque sí ni a ligar como el resto de chicas y chicos de mi edad; yo lo que quiero que al contonearme y bailar se me quite esta costra de tristeza; que la música retumbe en mis oídos, y no me permita tener pensamientos oscuros como de costumbre; que el hecho de ponerme bonita me haga sentirme normal y no un puñetero bicho raro.
Beber no porque no puedo, y además, más sola me sentiría cuanto más vacío estuviera mi vaso. Y tampoco querría volver a casa a gatas.

Buen fin de semana.








Hice viajes a la Luna


sin tener naves,

di pasos de astronauta

por cada uno de sus lunares...



jueves, 22 de noviembre de 2007

Ríe cuando puedas y llora cuando lo necesites



Mi padre: Problemas, sólo problemas...
Mi madre: ¿Tan mal te encuentras, cariño?
Yo (abrazada a mi madre) : ...
Mi padre: ¡Tienes dieciséis años! ¡No tienes que estar así! Es que yo no lo entiendo... Sólo problemas, me cago en...
Yo: ...

Papá... ¿Cómo explicarte que lo que me duele es el alma? ¿Cómo hacer que entiendas cómo me siento? Prefiero que no lo entiendas, refunfuñes y luego al rato intentes animarme porque es lo mejor que se te ocurre... No me entiendas, por favor; para entender esto hay que pasarlo, y duele mucho...

Uno de los motivos que me impulsaron a reabrir el chiringuito fue mi estado de ánimo. Casi lo definiría como enfermedad.
Incluso a mí misma me parece un poco súbito e impulsivo decir lo que me pasa, pero me da igual desnudarme -metafóricamente-, pues muy pocos conocerán mi verdadera identidad, y necesito desahogarme, escribir lo que siento, lo que pienso, lo que me pasa; gritar por esta ventana.

Voy a una psiquiatra que la verdad de bien poco me sirve, tomo una medicación que siento que lo único que hace es dejarme un regusto raro en el paladar, me siento un bicho raro pese a saber que no soy la única y que yo no he decidido pasa por esto.

Zonas oscuras, Joselu. ¿Me entiendes?


miércoles, 21 de noviembre de 2007

Kufiyya






Mi barrio, pese a estar próximo a Barcelona, me parece junto a otros municipios cercanos una región especial, como "apartada". El catalán no es hablado prácticamente ni en clase de catalán en mi instituto, así como en la calle. En mi barrio lo considero más bien normal, pues es un barrio de immigrantes; de los años 60 y 70 como mis padres, sin ir más lejos, y de rincones más alejados del mundo también. Así que el catalán no es demasiado hablado, pero qué se le va a hacer. Hasta ahí, bien. Pero se me nubla la vista al ver que es muy fácil desentonar.

Suelo llevar en mi cuello una palestina o kufiyya, ese pañuelo árabe que ahora tan de moda está. No es por moda ni mucho menos, sencillamente es que el diseño me encanta y es bastante calentito. A diferencia de la mayoría de gente que lo lleva, sé lo que quiere decir y puede significar, pero...



Como saben hasta las piedras, un joven antifascista fue asesinado por una persona de tendencias ultraderechistas en la estación de metro de Legazpi, y bueno, todo lo demás ya es historia.


Una noche llegué a casa.
Mi padre: No te enfades por lo que te voy a decir, te lo digo de buena fe...
Yo: A ver, dime.
-Creo que el pañuelo ese que llevas...
-¿La palestina?
-Ese, creo que no es el mejor momento para que vayas por ahí con el cacharro ese encima.
-¡Qué dices, papá! Por favor, ¿qué me tiene que pasar?
-Ya sabes lo del joven ese...
-Yo no soy antifascista, ya sabes que no me gustan los extremos.
-Pero el pañuelo...
-Ni voy a la manifestaciones o contramanifestaciones...
-Pero podrían...
-¡Por Dios! Papá, lo lleva mucha gente.
-Pero lo llevaba el Arafat ese.
-Llevarlo no me hace ser como Arafat, además, qué probabilidad hay...
-Es peligroso, niña.
-Madre mía... Ni me ha pasado nada ni me va a pasar. Puedes estar tranquilo. ¡Pero el pañuelo no me hace correr peligro, llevarlo no implica estar de acuerdo con nada, si ahora los hacen hasta con brillantitos y todo!
-Niña...
-Lo siento papá, pero creo que no tienes que preocuparte, en serio.
-...
Busco una mirada de apoyo de mi madre. Creo que he sido razonable. Me sonríe, pero su mirada le da algo de razón a mi padre.
-Me voy a mi cuarto a cambiarme...




A ver... Les entiendo, está muy bien que se preocupen por mí, pero sé que no corro peligro.

Sin ir más lejos, mañana no haré huelga. No creo que arregle nada haciéndola. Aunque envío mi pésame a la familia de Carlos (dudo que les llegue, pero creo que no está de más).


¿Puede un simple pañuelo ser peligroso? Yo creo que no. Y más habiendo tanto inculto y analfabeto virtual suelto... Van a saber qué es una kufiyya o quién era Arafat. Por Dios...

lunes, 19 de noviembre de 2007

El reto.

Me encantan la ciencia. Por eso, hago bachillerato tecnológico.

Mis asignaturas favoritas son química y matemáticas. Mira, hay gente para todo. A veces algún profesor (que nunca es de ciencias...) bromea con que los del tecnológico, nos llama "futuros fontaneros" y cosas así. Pero yo nunca he estado tan a gusto académicamente, me encaaaanta lo que hago, las clases... Ha habido ciertos ámbitos en los que no hemos tenido tanta suerte los de ciencias, pero no se puede tener todo, ¿no?

Nuestro profesor de matemáticas suele explicarnos anécdotas y curiosidades varias, que como buena friki que soy me parecen muy enriquecedoras. Habla de cualquier cosa relacionada con la ciencia, desde vídeos de Youtube a libros como Planilandia, pasando por... Esto...








Lo escribió así en la pizarra. Aunque yo ya había visto alguna fracción continua (así se llama ese bichejo) anteriormente, me sorprendí cuando nos propuso dar con la solución. ¿Cómo, si es infinito?

Estuvimos hablándolo brevemente entre algunos compañeros, pero no sacamos nada. En una de mis horas muertas, cogí papel, lápiz y calculadora y empecé a aporrear las teclas, empezando desde un hipotético "final" de la fracción, para ir subiendo buscando alguna norma o yo que sé. Vi que los decimales daban cada vez saltos menos bruscos. De hecho, llegué al punto al que al dividir uno entre mi resultado y luego sumarle uno me salía siempre lo mismo. Esa sarta de decimales me sonaba. Bajé a los archivos de mi memoria... Uhm... ¡Número áureo!
Es un número muy curioso. Una vez que estudiaba matemáticas con dos compañeras probamos a medir longitud y anchura de una tarjeta de crédito y más o menos nos salía el número áureo. También he leído cosas muy curiosas de él. ¡Está hasta en la sopa! Es la relación entre abejas hembra y macho en un panal, también entre varias longitudes de nuestro cuerpo (de la cabeza al ombligo y del ombligo a los pies y cosas así), también está "escondido" en los pétalos de las flores, en las caracolas (espiral de Arquímedes...).

Al llegar a la conclusión de que aquel monstruito era dicho número, me hizo ilusión. Un descubrimiento que se habrá hecho miles de veces seguramente en todo el mundo, pero mira, aunque no tuviera mérito alguno y fuera una chorradita, me hizo el día un poco más redondo.
¿He dicho que amo la ciencia? =)

domingo, 18 de noviembre de 2007

Llena de odio eres



He tenido bastante mala suerte con la gente en mi relativamente corta vida. Conozco a tanta gente que desearía no conocer... Sé tantas cosas que preferiría ignorar...
El otro día hablaba con una compañera del quiosquero que tiene el puesto abajo. Cada mañana nos despierta a toda la cara del bloque orientada hacia él. No sé muy bien cómo puede mantener a su familia: abre temprano, pero también cierra bastante temprano; no vende nada, pues sus clientes suelen ir a hablar con él (a gritos) ojear la prensa deportiva, remolonear e irse. Yo no compro allí: quiero que se arruine, lleva haciendo de las mañanas de mis fines de semana algo horrible. Llamar a la policía no sirve: en cuanto oye las sirenas, baja el volumen un ratito y así no le pueden decir nada. Es horrible. Comentando la rabia que me produce mi compañera me dijo que si me estaba oyendo, que no hacía más que expulsar odio por los poros de mi piel.

Creo que es sobretodo el odio y el rencor lo que me mantiene en pie.


¿No ves que a aquellos a los que odias les importas una mierda?


Lo sé muy bien. Algún compañero me ha herido profundamente y pese a recibir algún castigo por parte del centro escolar cuando ha sido oportuno, siguen intentando buscarme las cosquillas. Yo no quiero saltar, ya que es lo que buscan, pero hay días que me aliviaría cargando violentamente con toda la rabia de cada una de mis células contra esas personas... Pero no lo hago. Soy una persona civilizada.

Aunque por su culpa estoy así, podrida por dentro, sin más sustento que imaginarme que finalmente es cierto eso de que el tiempo pone a cada uno en su lugar, como tanto me dice mi madre. O que todo lo que te hacen es por envidia... Bien poco me alivia que me envidien (supuestamente). El daño ya fue hecho, a diferencia de las disculpas. Me temo que antes de que me pidan alguna disculpa esas personas descerebradas lloverá café. ¿Aceptaría sus disculpas? ¿Para qué me lo planteo, si en su vida me van a pedir perdón?



La moraleja es que yo estoy mal, dando tumbos, sin ver sentido a nada.

¿Y ellos?

sábado, 17 de noviembre de 2007

¿Y qué?



Tatuaje friki con HTML... Jajajajaaja... ¡Ríanse, vamos, no sean tímidos!








Hola de nuevo.

He estado bastante enferma pero por publicar una entradita no creo que pase nada.

Hoy hablaré de algo que me caracteriza, y qué quieres que te diga, lo llevo con mucho orgullo: el frikismo.

(Véase
este test para saciar algunas de sus dudas respecto a tal término)





Hay mucho imbécil por hay suelto que usa el término "friki" como si de un insulto se tratara. ¡Pues que me digan friki! Soy feliz así, con mi Final Fantasy VII (y mi PSX, y creo que por el altillo tengo una Sega...), mis capítulos de Deaht Note y Padre de Familia en DVD, leyendo bastante más que cualquier individuo de mi generación, adorando las matemáticas y la química, comprando antiguos números de la QUO y la Muy Interesante en el Mercat de Sant Antoni, estudiando euskera por mi cuenta..., sedienta de saber, y no como la mayoría de la gente de mi edad que consideran más importante saber los efectos de la marihuana y el alcohol en sus cuerpos que aprender conocimientos de cualquier otra rama del saber (y que además, sea útil).

Seguiría hablando pero necesito descansar =(

Un saludo a quien me lea.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Inicio.

Hola. (No se me ocurre mejor manera de empezar).

Soy una alumna de bachillerato.
En el último curso de la ESO, un profesor nos propuso empezar en esto de la blogosfera.
Tenía un blog, pero desde que finalicé el curso no lo toco. No quiero, ¿quién lo va a leer?

Pero hoy otro profesor me ha preguntado que si seguía con el blog. No quiero continuar con el otro, ya no es por quien lo conozca o lo deje de conocer, sencillamente es que quiero empezar de nuevo.

Conocía desde cuarto el blog personal de mi profesor. Y lo leía. No le dejaba ningún comentario para no asustarle, pero le leía y me gustaba mucho. Y creo que mi resurgimiento también le alegrará.

Me costará un poco abrirme, me considero una flor entre estiércol. Pero quiero hacerlo, necesito una ventana por la que gritar, me siento podrida por dentro. Pero eso es otra historia.

Hoy fui de excursión y estuvo bien, por la tarde salí con una amiga: hablamos, hice un par de recados y volvimos de la biblioteca cargadas de libros. Yo me cogí un par, de dos de las aficiones que tengo desde pequeña pero que no desarrollo mucho por desgracia porque dudo que me den de comer: la astronomía y el arte. Ahora me dispongo a enrollarme entre cálidos y mullidos edredones y mantas para devorar mis libros. Suena bastante bien, ¿verdad?

Espero que haya sido un buen comienzo. Y espero que esto siga.

Un saludo a Joselu.

Agur!