martes, 27 de noviembre de 2007

Feliz Navidad

24 de diciembre


¿Dónde estaba?


Todo estaba muy oscuro, no sabía cómo había llegado a una plaza de gran negrura dando tumbos por calles igualmente siniestras y húmedas y solas. Tenía el cuerpo lleno de magulladuras de los cien golpes que me había dado por el camino y no podía andar bien porque no veía nada y me dolían las piernas y estaba perdida y llena de temor. Lágrimas calientes que salían de mis ojos y rápidamente se enfriaban y dejaban un residuo sólido en mi rostro frío -tenía las mejillas como manzanas, de rojas.


Tenía tanto miedo... Todo parecía ser gris oscuro como el cielo que lleno de amenazantes nubes estaba sobre mi cabeza.


Caí por enésima vez y choqué contra un escaparate que se rompió en mil pedazos. La alarma empezó a chillar como loca y asustada huía, sintiendo la sangre caliente que brotaba de mis muchas dolorosas heridas y el frío del aire helado que me cortaba la piel al correr sin rumbo pero lejos, muy lejos.


Y empezó a llover. Gotas enormes y frías me calaron hasta los huesos. Me dejé caer en el barro del parque. Sentada de cualquier manera, tal y como caí en el suelo, miré al cielo gris negruzco, sentí el inmenso frío, la incómoda humedad, el enorme dolor en mi pequeño cuerpo, la sangre correr diluida en agua tiñendo mi ropa junto con el agua sucia que impregnaba también mis vestiduras, la soledad de las calles y la plaza y el parque que retumbaba en mis oídos, la inmensa pena de saber que en breve moriría sin nadie a mi lado, sólo yo.

Miré a las nubes por última vez, iba a perecer sin que nadie me tomara la mano, sin que nadie pudiera cerrar mis párpados de cristal una vez en el otro mundo, sin poder despedirme de los míos, sin creer en Dios ni en nada. Susurré un hasta siempre no sé muy bien a quién o a qué. Hasta siempre.


lunes, 26 de noviembre de 2007

¡Miseria maldita!

Juajuajua... ¡Mítico!



De exámenes.
Se acerca la Navidad, fecha que cualquiera que me conozca sabe que me asquea y me deprime.
Encima me voy a pasarla a un lugar que me sienta como le sentaría a un pez que le dejaran unos días fuera del agua... No tengo nada en contra de Extremadura, pero su clima, la casa de mi abuela, el pueblo... Me apetece más tragar plomo fundido que ir allí. Y la verdad que no estoy exagerando demasiado. Pero es inevitable... Todo acaba pasando, supongo.

Dicho esto, me dispongo a volver a quemarme las cejas un ratito más, próximamente, ya crearé alguna entrada polémica, no se preocupen, todo llegará.


Un saludo =)




Medio mundo se pasa la vida
sufriendo los golpes
¡¡Miseria maldita!!
Mientras que el otro medio mundo
se lava las manos en agua bendita...


sábado, 24 de noviembre de 2007

Sucede que me canso de mi piel y de mi cara...





No es que esté cansada... Es una sensación rara, me pesa el cuerpo, me cuesta moverme, me cuesta hasta pensar. Pero mejor así, si pienso en algo sólo es en buscar el final... Así que haré un esfuerzo más, como hago siempre.

Esta tarde voy a la discoteca. Pero yo no voy allí porque sí ni a ligar como el resto de chicas y chicos de mi edad; yo lo que quiero que al contonearme y bailar se me quite esta costra de tristeza; que la música retumbe en mis oídos, y no me permita tener pensamientos oscuros como de costumbre; que el hecho de ponerme bonita me haga sentirme normal y no un puñetero bicho raro.
Beber no porque no puedo, y además, más sola me sentiría cuanto más vacío estuviera mi vaso. Y tampoco querría volver a casa a gatas.

Buen fin de semana.








Hice viajes a la Luna


sin tener naves,

di pasos de astronauta

por cada uno de sus lunares...



jueves, 22 de noviembre de 2007

Ríe cuando puedas y llora cuando lo necesites



Mi padre: Problemas, sólo problemas...
Mi madre: ¿Tan mal te encuentras, cariño?
Yo (abrazada a mi madre) : ...
Mi padre: ¡Tienes dieciséis años! ¡No tienes que estar así! Es que yo no lo entiendo... Sólo problemas, me cago en...
Yo: ...

Papá... ¿Cómo explicarte que lo que me duele es el alma? ¿Cómo hacer que entiendas cómo me siento? Prefiero que no lo entiendas, refunfuñes y luego al rato intentes animarme porque es lo mejor que se te ocurre... No me entiendas, por favor; para entender esto hay que pasarlo, y duele mucho...

Uno de los motivos que me impulsaron a reabrir el chiringuito fue mi estado de ánimo. Casi lo definiría como enfermedad.
Incluso a mí misma me parece un poco súbito e impulsivo decir lo que me pasa, pero me da igual desnudarme -metafóricamente-, pues muy pocos conocerán mi verdadera identidad, y necesito desahogarme, escribir lo que siento, lo que pienso, lo que me pasa; gritar por esta ventana.

Voy a una psiquiatra que la verdad de bien poco me sirve, tomo una medicación que siento que lo único que hace es dejarme un regusto raro en el paladar, me siento un bicho raro pese a saber que no soy la única y que yo no he decidido pasa por esto.

Zonas oscuras, Joselu. ¿Me entiendes?


miércoles, 21 de noviembre de 2007

Kufiyya






Mi barrio, pese a estar próximo a Barcelona, me parece junto a otros municipios cercanos una región especial, como "apartada". El catalán no es hablado prácticamente ni en clase de catalán en mi instituto, así como en la calle. En mi barrio lo considero más bien normal, pues es un barrio de immigrantes; de los años 60 y 70 como mis padres, sin ir más lejos, y de rincones más alejados del mundo también. Así que el catalán no es demasiado hablado, pero qué se le va a hacer. Hasta ahí, bien. Pero se me nubla la vista al ver que es muy fácil desentonar.

Suelo llevar en mi cuello una palestina o kufiyya, ese pañuelo árabe que ahora tan de moda está. No es por moda ni mucho menos, sencillamente es que el diseño me encanta y es bastante calentito. A diferencia de la mayoría de gente que lo lleva, sé lo que quiere decir y puede significar, pero...



Como saben hasta las piedras, un joven antifascista fue asesinado por una persona de tendencias ultraderechistas en la estación de metro de Legazpi, y bueno, todo lo demás ya es historia.


Una noche llegué a casa.
Mi padre: No te enfades por lo que te voy a decir, te lo digo de buena fe...
Yo: A ver, dime.
-Creo que el pañuelo ese que llevas...
-¿La palestina?
-Ese, creo que no es el mejor momento para que vayas por ahí con el cacharro ese encima.
-¡Qué dices, papá! Por favor, ¿qué me tiene que pasar?
-Ya sabes lo del joven ese...
-Yo no soy antifascista, ya sabes que no me gustan los extremos.
-Pero el pañuelo...
-Ni voy a la manifestaciones o contramanifestaciones...
-Pero podrían...
-¡Por Dios! Papá, lo lleva mucha gente.
-Pero lo llevaba el Arafat ese.
-Llevarlo no me hace ser como Arafat, además, qué probabilidad hay...
-Es peligroso, niña.
-Madre mía... Ni me ha pasado nada ni me va a pasar. Puedes estar tranquilo. ¡Pero el pañuelo no me hace correr peligro, llevarlo no implica estar de acuerdo con nada, si ahora los hacen hasta con brillantitos y todo!
-Niña...
-Lo siento papá, pero creo que no tienes que preocuparte, en serio.
-...
Busco una mirada de apoyo de mi madre. Creo que he sido razonable. Me sonríe, pero su mirada le da algo de razón a mi padre.
-Me voy a mi cuarto a cambiarme...




A ver... Les entiendo, está muy bien que se preocupen por mí, pero sé que no corro peligro.

Sin ir más lejos, mañana no haré huelga. No creo que arregle nada haciéndola. Aunque envío mi pésame a la familia de Carlos (dudo que les llegue, pero creo que no está de más).


¿Puede un simple pañuelo ser peligroso? Yo creo que no. Y más habiendo tanto inculto y analfabeto virtual suelto... Van a saber qué es una kufiyya o quién era Arafat. Por Dios...

lunes, 19 de noviembre de 2007

El reto.

Me encantan la ciencia. Por eso, hago bachillerato tecnológico.

Mis asignaturas favoritas son química y matemáticas. Mira, hay gente para todo. A veces algún profesor (que nunca es de ciencias...) bromea con que los del tecnológico, nos llama "futuros fontaneros" y cosas así. Pero yo nunca he estado tan a gusto académicamente, me encaaaanta lo que hago, las clases... Ha habido ciertos ámbitos en los que no hemos tenido tanta suerte los de ciencias, pero no se puede tener todo, ¿no?

Nuestro profesor de matemáticas suele explicarnos anécdotas y curiosidades varias, que como buena friki que soy me parecen muy enriquecedoras. Habla de cualquier cosa relacionada con la ciencia, desde vídeos de Youtube a libros como Planilandia, pasando por... Esto...








Lo escribió así en la pizarra. Aunque yo ya había visto alguna fracción continua (así se llama ese bichejo) anteriormente, me sorprendí cuando nos propuso dar con la solución. ¿Cómo, si es infinito?

Estuvimos hablándolo brevemente entre algunos compañeros, pero no sacamos nada. En una de mis horas muertas, cogí papel, lápiz y calculadora y empecé a aporrear las teclas, empezando desde un hipotético "final" de la fracción, para ir subiendo buscando alguna norma o yo que sé. Vi que los decimales daban cada vez saltos menos bruscos. De hecho, llegué al punto al que al dividir uno entre mi resultado y luego sumarle uno me salía siempre lo mismo. Esa sarta de decimales me sonaba. Bajé a los archivos de mi memoria... Uhm... ¡Número áureo!
Es un número muy curioso. Una vez que estudiaba matemáticas con dos compañeras probamos a medir longitud y anchura de una tarjeta de crédito y más o menos nos salía el número áureo. También he leído cosas muy curiosas de él. ¡Está hasta en la sopa! Es la relación entre abejas hembra y macho en un panal, también entre varias longitudes de nuestro cuerpo (de la cabeza al ombligo y del ombligo a los pies y cosas así), también está "escondido" en los pétalos de las flores, en las caracolas (espiral de Arquímedes...).

Al llegar a la conclusión de que aquel monstruito era dicho número, me hizo ilusión. Un descubrimiento que se habrá hecho miles de veces seguramente en todo el mundo, pero mira, aunque no tuviera mérito alguno y fuera una chorradita, me hizo el día un poco más redondo.
¿He dicho que amo la ciencia? =)

domingo, 18 de noviembre de 2007

Llena de odio eres



He tenido bastante mala suerte con la gente en mi relativamente corta vida. Conozco a tanta gente que desearía no conocer... Sé tantas cosas que preferiría ignorar...
El otro día hablaba con una compañera del quiosquero que tiene el puesto abajo. Cada mañana nos despierta a toda la cara del bloque orientada hacia él. No sé muy bien cómo puede mantener a su familia: abre temprano, pero también cierra bastante temprano; no vende nada, pues sus clientes suelen ir a hablar con él (a gritos) ojear la prensa deportiva, remolonear e irse. Yo no compro allí: quiero que se arruine, lleva haciendo de las mañanas de mis fines de semana algo horrible. Llamar a la policía no sirve: en cuanto oye las sirenas, baja el volumen un ratito y así no le pueden decir nada. Es horrible. Comentando la rabia que me produce mi compañera me dijo que si me estaba oyendo, que no hacía más que expulsar odio por los poros de mi piel.

Creo que es sobretodo el odio y el rencor lo que me mantiene en pie.


¿No ves que a aquellos a los que odias les importas una mierda?


Lo sé muy bien. Algún compañero me ha herido profundamente y pese a recibir algún castigo por parte del centro escolar cuando ha sido oportuno, siguen intentando buscarme las cosquillas. Yo no quiero saltar, ya que es lo que buscan, pero hay días que me aliviaría cargando violentamente con toda la rabia de cada una de mis células contra esas personas... Pero no lo hago. Soy una persona civilizada.

Aunque por su culpa estoy así, podrida por dentro, sin más sustento que imaginarme que finalmente es cierto eso de que el tiempo pone a cada uno en su lugar, como tanto me dice mi madre. O que todo lo que te hacen es por envidia... Bien poco me alivia que me envidien (supuestamente). El daño ya fue hecho, a diferencia de las disculpas. Me temo que antes de que me pidan alguna disculpa esas personas descerebradas lloverá café. ¿Aceptaría sus disculpas? ¿Para qué me lo planteo, si en su vida me van a pedir perdón?



La moraleja es que yo estoy mal, dando tumbos, sin ver sentido a nada.

¿Y ellos?

sábado, 17 de noviembre de 2007

¿Y qué?



Tatuaje friki con HTML... Jajajajaaja... ¡Ríanse, vamos, no sean tímidos!








Hola de nuevo.

He estado bastante enferma pero por publicar una entradita no creo que pase nada.

Hoy hablaré de algo que me caracteriza, y qué quieres que te diga, lo llevo con mucho orgullo: el frikismo.

(Véase
este test para saciar algunas de sus dudas respecto a tal término)





Hay mucho imbécil por hay suelto que usa el término "friki" como si de un insulto se tratara. ¡Pues que me digan friki! Soy feliz así, con mi Final Fantasy VII (y mi PSX, y creo que por el altillo tengo una Sega...), mis capítulos de Deaht Note y Padre de Familia en DVD, leyendo bastante más que cualquier individuo de mi generación, adorando las matemáticas y la química, comprando antiguos números de la QUO y la Muy Interesante en el Mercat de Sant Antoni, estudiando euskera por mi cuenta..., sedienta de saber, y no como la mayoría de la gente de mi edad que consideran más importante saber los efectos de la marihuana y el alcohol en sus cuerpos que aprender conocimientos de cualquier otra rama del saber (y que además, sea útil).

Seguiría hablando pero necesito descansar =(

Un saludo a quien me lea.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Inicio.

Hola. (No se me ocurre mejor manera de empezar).

Soy una alumna de bachillerato.
En el último curso de la ESO, un profesor nos propuso empezar en esto de la blogosfera.
Tenía un blog, pero desde que finalicé el curso no lo toco. No quiero, ¿quién lo va a leer?

Pero hoy otro profesor me ha preguntado que si seguía con el blog. No quiero continuar con el otro, ya no es por quien lo conozca o lo deje de conocer, sencillamente es que quiero empezar de nuevo.

Conocía desde cuarto el blog personal de mi profesor. Y lo leía. No le dejaba ningún comentario para no asustarle, pero le leía y me gustaba mucho. Y creo que mi resurgimiento también le alegrará.

Me costará un poco abrirme, me considero una flor entre estiércol. Pero quiero hacerlo, necesito una ventana por la que gritar, me siento podrida por dentro. Pero eso es otra historia.

Hoy fui de excursión y estuvo bien, por la tarde salí con una amiga: hablamos, hice un par de recados y volvimos de la biblioteca cargadas de libros. Yo me cogí un par, de dos de las aficiones que tengo desde pequeña pero que no desarrollo mucho por desgracia porque dudo que me den de comer: la astronomía y el arte. Ahora me dispongo a enrollarme entre cálidos y mullidos edredones y mantas para devorar mis libros. Suena bastante bien, ¿verdad?

Espero que haya sido un buen comienzo. Y espero que esto siga.

Un saludo a Joselu.

Agur!