jueves, 13 de diciembre de 2007

Curiosidad, por suerte







Esto sucedió a principios de septiembre en el metro. Íbamos unas cuantas amigas y yo a pasar la tarde en un centro comercial de Barcelona.


El vagón iba bastante vacío, por lo que todas pudimos sentarnos. Háblabamos de nuestras cosas mientras nos dirigíamos a nuestro destino cuando una señora de avanzada edad se subió al vagón y se sentó a nuestro lado.


Esa señora nos dio conversa. Fue algo así:



Señora: ¿Acabáis de salir del colegio?
Alguna de nosotras: No, señora, lo empezamos en una semana o así.
Señora: Ahh... Y qué, ¿os enseñan a coser y a cuidar niños?





¿Qué decirle? Nos quedamos calladas todas, mirándonos con extrañeza, dándonos pena la mujer.







Señora: ¿Y qué quéreis ser, niñas? ¿Enfermeras o profesoras?


Mi pensamiento: Madre mía, esto es demasiado. Si le digo que quiero ser ingeniera de caminos le dará un patatús a la pobre señora.



Nos bajamos y nos despedimos de la señora, que nos dio bastante pena. Pero tampoco dijimos nada más.









Sí, quiero ser ingeniera de caminos. Y al comentárselo a personas supuestamente no tan chapadas a la antigua se han escandalizado, diciendo barbaridades que van desde "eso es de chicos", hasta "los catedráticos, al ver que eres mujer, pensarán que vas a pescar a un futuro marido bien situado y serán de lo más cabrones contigo".



Pues lo siento, señores, estudiaré caminos, le duela a quien le duela. Y si tengo que luchar el doble, lo haré. Y si es de chicos, pues más tendré donde elegir, hala.






3 comentarios:

Joselu dijo...

Es interesante que personalices el blog para que podamos ver más entradas del historial. Ahora hay muy escasas. Hay quien querría saber más de ti. Supongo que sabes cómo se hace. Me encanta que tengas clara tu vocación. Con altanería incluso. Un cordial saludo.

francisco m. ortega dijo...

Ninguna barrera se rompe sin esfuerzo pero si demuestras tu valía saldrás adelante, a pesar de los tópicos y el machismo que pueda imperar en algunos ambientes. Quien lucha por un sueño tiene medio camino andado, para lo que sigue hay que echar el resto.

Jueves dijo...

¡Madre mía, qué momento!... La verdad es que a mí no me habría venido mal alguna asignatura en la Secundaria de cómo elaborar el cocido madrileño o l a paella...
Bromas aparte, qué bien que vayas sabiendo qué quieres hacer después del Bachillerato... No todo el mundo lo tiene claro, y cuando lo que se desea tiene nombre a mí me pasa que lo empiezo a disfrutar mucho antes. El momento previo, el casi casi... siempre me ha gustado... Justo cuando todo es posible, cuando tienes ante ti, todos los caminos abiertos, para que elijas el que más te apetece, para que sepas que hay un punto donde todos se juntan... ¡Todo es posible! Qué potencia...
Disfrútalo... Y a lo mejor luego te soprendes de que hay otras más chicas que las que pensabas estudiando ingeniería... Las cosas han cambiado (por fortuna, algunas) y ahora la paella en casa la hace... ¡yo no!
¡Buen viernes!