jueves, 10 de enero de 2008

Definitivamente forsaken

¿Acabará abandonando, si es que no lo está haciendo ya?



Núria vuelve a las andadas. Me ofrecí por enésima vez a explicarle lo que no entendiera, le hice notar mi aprecio y mi apoyo y le repetí que tenía mi ayuda para lo que necesitara. Ella nos prometió a sus padres -que ya no saben qué hacer- y a mí otra vez más que no, no volvería a faltar a la escuela ni a echar por la borda un brillante futuro... Palabrería todo.


Vino algún día al centro pero se hartó enseguida, y ya no viene.


Es cierto que en clase la tratan bastante mal. La ignoran o la insultan. Pero vaya, tiene amigos de otros cursos y en el propio grupo. Aún así... Siendo cruel, creo que ya es por llamar al atención. Debería ignorarla, que haga lo que quiera, pero no puedo. Es mi mejor amiga, aunque ya no me crea sus excusas por sus múltiples faltas de asistencia.


Intento pensar fríamente. La verdad, la pondría a trabajar. Ya que pierde otro año -que lo perderá-, al menos, que piense en sacar provecho el próximo de una vez por todas. Es que cada vez la conozco más, a base de golpes y decepciones -cuántas veces habrá prometido lo mismo que ha incumplido innumerables veces-, y sé que no se lo toma en serio y es muy difícil que lo haga. Cuando se le habla de su futuro, que podría ser brillante aunque ella lo esté haciendo opaco, sé que oye pero no escucha. Parece que se la llega a convencer, pero no.



-Núria, nena, yo tampoco lo paso bien y voy cada día. Sé que no es fácil. Pero peor es si no vas, ¿sabes?

-Ya...




Núria, Núria, Núria... ¿Qué hacer con alguien de inteligencia brillante que no hace más que tirar su futuro por la borda?