sábado, 12 de enero de 2008

Una entrada no tan oscura.

Hoy, para ustedes, mis queridos lectores y lectoras, una historia que me llena de orgullo y satisfacción. Espero que no hayan presenciado nunca antes nada igual.



De lo que más me siento orgullosa en mi vida es de una decisión que tomé hará unos tres años o cuatro.



En el instituto me acosaban, me insultaban por mi apellido. Lo han hecho desde siempre, pero esta vez la pesadilla me perseguía hasta casa y no podía descansar del abuso. Estuve unas semanas callando y aguantando hasta que mi hermana lo descubrió todo porque veía que me llamaban al móvil y que yo no quería cogerlo. Me hizo escupirlo todo y se lo contó a mis padres.



Mi madre habló con mi por aquel entonces tutor y con el director, y tomaron medidas contra aquella gente -para más inri otros compañeros vieron mal que les hubiera contado eso a mis padres- y mi padre me propuso cambiarme el apellido. Invertir su orden, ponerme su segundo apellido -más común-, lo que fuera para que me dejaran en paz.



Estaba ante algo que alguna vez anteriormente me había planteado y le dije a mi padre que no, pues la causa de mis problemas no era mi apellido, si no la gente que se metía conmigo, y que no pensaba cambiármelo.


Siempre, siempre, siempre me sentiré orgullosa de ello.



Muxu pila para todos y todas.

2 comentarios:

Animal de Fondo dijo...

Bueno, ya me imaginaba que "pas de nouvelles, bonnes nouvelles" y me alegro de que sea así. Está estupendo lo que cuentas. Por cierto, ¿qué significa Muxu pila? lo he buscado en Google, pero claro, todo el que lo usa sabe lo que dice, por lo que a nadie se le ocurre traducirlo.
Muxu pila -espero que no sea una burrada %-)

Jueves dijo...

Casi siempre los problemas residen en la gente, claro, y no en los apellidos ni en la gracia (o desgracia) de algunos nombres.
Fíjate, conozco a una persona que tiene un cargo de responsabilidad en un centro de Secundaria que se apellida "Salido Porrero". Puedes imaginarte el jaleíto y el pitorreo los primeros días. Pero el señor Salido, que ya es mayor y ya ha desechado algunas inseguridades, es capaz de reconciliar sus apellidos con seiscientos adolescentes (feroces, hormonados, sin escrúpulos... como tantos)en menos de una semana.
A veces creo que el tiempo te irá dando algunas respuestas... ¿Has leído el último post de fmesmenota y has reflexionado sobre la evolución del sabio Borges?
Y ya está. Que todo vaya bien y que consigas ir dándole la vuelta a todas las esquinas.
Un beso.