
lunes, 31 de diciembre de 2007
Zorionak eta urte berri on!

Batido de vainilla

viernes, 28 de diciembre de 2007
De vuelta

Lo he pasado todo, ahora miro atrás y me enorgullezco de haber aguantado, de haber pasado unos días con mis familiares y de que mis padres estén contentos.
Ahora mismo estoy cansadísima, harta de escuchar música durante todo el trayecto, pensando sólo en los deberes que tengo pendientes, en los regalos que tengo que comprar, pero esta tarde me permitiré el lujo de dejarme caer en la camita que tanto he añorado sin pensar en nada más que en mí. Me encenderé incienso para quitar el olor a cerrado -fuerte pese a que sólo ha pasado una semana- y no me preocuparé de nada más, aunque lo cierto es que tengo un mal sabor de boca: ¿sabían que aquella gente que me insultaba en el instituto me ha seguido acosando -vía Internet- de una manera muy sutil pero sin embargo fácilmente apreciable y dolorosa? ¿Qué hago con ellos?
Bueno, quizá no pueda volver a escribir hasta el año que viene, así que espero que todos ustedes pasen una feliz velada en Nochevieja -yo la pasaré con quien más quiero- y que este año sólo les traiga cosas buenas. De verdad.
viernes, 21 de diciembre de 2007
¡Acaben con esto!
Todo acaba llegando. Y aquí estoy, preparándome para ir a un sitio que me deprime aún más si cabe. A un sitio cuyo largo viaje en coche me hace sentir oprimida, como si en vez de cinturón hubiera apretándome una anaconda hambrienta; el cinturón me apretará el pecho tan sólo, pero mi cuello se sentirá como si me estuvieran intentando ahogar dos fuertes manos alrededor; las ventanas empañadas son una prisión para mi felicidad; ¡socorro!, que me llevan a un lugar a donde no quiero ir.
Preferiría quedarme trabajando, ir a algún lugar donde la Navidad no sea un festivo si no un puñetero día más, no enterarme de cuándo son las uvas porque sencillamente ignoro todo: sólo quiero días normales, y no falsas festividades consumistas para más inri pasadas en un antro infernal.
Estoy bastante mal. Mis padres ya están acostumbrados a mis malas caras, pero ayer, durmiendo junto a mi pareja, soñé que ya estaba a un millar de quilómetros de aquí, me desperté y por suerte allí estaba mi amorcito, le abracé con más fuerza pero triste, pues no creo que me vuelva a pasar esto en toda mi estancia en aquel lugar que tanto odio.
Serán entre cinco y siete días, pero haría lo que fuera por no ir. Pero mis padres me ignoran. No me queda otra.
Llueve. A juego con mi estado de ánimo.
Me encadenaría a la cama, a un árbol del barrio, a donde fuera. Mas no me queda otra que intentar no abrir la puerta del coche en marcha para huir de mi pesadilla.
Intentaré postear desde aquel agujero de inmundicia rural.
Un saludo.
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Mundo podrido

Cuando salimos del Duque de Nueva York videamos al lado de la iluminada vidriera principal del bar un viejo y gorgoteante pianitso o borracho, aullando las sucias canciones de sus padres y eructando blerp blerp entre un trozo y otro, como si guardase en la tripa podrida y maloliente una hedionda y vieja orquestra. [...]
Estaba como aplastado contra la pared, y tenía los platis en un estado vergonzoso, arrugados y en desoden, cubiertos de cala y barro, de roña y alcohol. Bueno, lo agarramos y le encajamos unos pocos tolchocos joroschós, pero siguió cantando. [...] cuando el Lerdo le dio unos cuantos puñetazos en la hedionda rota de borracho, paró el canto y se puso a crichar:
-Vamos, péguenme, cobardes hijos de puta... no quiero vivir en este mundo podrido.
Le dije al Lerdo que se apartase un poco, porque a veces me gustaba slusar lo que algunos de estos decrépitos starrios decían de la vida y el mundo.
-Bueno, ¿y qué tiene de podrido? -le dije-.
-Es un mundo podrido porque permite que los jóvenes golpeen a los viejos como ustedes hicieron, y ya no hay ley ni orden. [...] Ya no es mundo para un viejo, y por eso no les temo ni así, chiquitos míos, porque estoy demasiado borracho para sentir los golpes si me pegan, y si me matan, ¿qué más quiero? -Smecamos, divertidos, y el viejo continuó: - ¿Qué clase de mudno es éste? Hombres en la luna y hombres que giran alrededor de la tierra como mariposas alrededor de una lámpara, y ya no importa la ley y el orden en la tierra. Así que hagan lo que se les ocurra, sucios y cobardes matones. -Y para remate nos regaló un poco de música labial - Prrrrrrrrrrrzzzzzrr -[...] y reanudó el canto.
A mí no me agreden físicamente, pero me insultan y me humillan algunos compañeros. Pero yo actúo como el señor viejo ante Alex y sus drugos: canturreo, qué más da, me hago una coraza frente a sus desplantes, sus miradas, sus pretensiones de hacerme sentir mal con sus risitas y sus chismorreos. Dudo que la justicia haga nada -a no ser que todo esto llegara a dimensiones mayores, mi vida corriera peligro... Yo que sé- por lo que, como dice mamá, el mejor desprecio es no hacer aprecio. Vamos, que les oigo, pero no les escucho.
Se acercan las temidas fechas navideñas pero mi viaje a la biblioteca ha dado sus frutos: La naranja mecánica, of course, El hombre en busca de sentido e Informe sobre Auschwitz, eso es lo que encontré dentro de lo que buscaba. Pero bueno, mi estancia en la ruralidad será larga, pero no eterna.
Un saludo.
Agur!
martes, 18 de diciembre de 2007
A clockwork orange ♥
Núria parece haberlo abandonado. Es una chica inteligente, que en un tiempo pasado fue aplicada en los estudios. Ahora hace campana como si nada. Bastantes quebraderos de cabeza tengo yo como para hacer lo de siempre: llamarla, hablar con ella, hacerle entrar en razón y que prometa que retomará cuarto, que está haciendo por segunda vez.
Me parece muy cruel que una persona que aspiraba a hacer una carrera no vaya a tener ni la ESO por causas ajenas a su inteligencia. Me repugna que lo que acabe haciendo Núria sea optar por un trabajucho de mierda en vez de aprovechar su potencial. Quizá ella no lo ve, pero está echando por tierra muchas cosas y despreciando una gran oportunidad... ¿Cuántas veces se lo habremos dicho?
Pero me rindo. Que haga lo que quiera, yo ya no puedo más, hice lo que pude y bien lo sabe.
Cambiando diametralmente de tema, se aproxima a pasos de gigante mi estancia en el pu(ñe)t(er)o pueblo. Tengo varios proyectos: estudiar dibujo técnico para no ir atrasada en un futuro, mi querida Nintendo DS con sus magníficos juegos que los Reyes Magos me han traído por adelantado (la verdad que en casa somos así), unos cuantos trabajos escolares y por supuesto un montón de libros. Desde La naranja mecánica, cuya adaptación cinematográfica me fascina (y Alex y sus drugos serán el presunto disfraz de Carnaval de unas cuantas amigas y yo), algunas recomendaciones de Joselu (apuntadas están, mañana haré un viaje a la biblioteca) y algún libro de física, química o matemáticas.
Puede pareceros mucho, pero en ese pueblo de escasos habitantes el tiempo parece ir más lento, igual que el aire tan limpio parece herirme mis pulmones (soy muy de asfalto), la sequedad típica de dicha comunidad autónoma (cuyo nombre no nombraré para no ofender a nadie) me hace sangrar la nariz y me reseca el pelo y la piel (sí, como si fuera un pez fuera del agua). El acento de sus gentes me resulta gracioso (sólo diré que "quien no diga jumo, jacha y jiguera no es de mi tierra", como mamá dice... Y se acabaron las pistas sobre esta tierra que tan poco me gusta).
Lo siento por este discurso tan disperso, pero tengo mil cosas en la cabecita.
Un saludo cordial a todos.
Agur
domingo, 16 de diciembre de 2007
Núria

Núria es de mis mejores amigas, mi amiga del alma. Nos hemos engañado, nos hemos herido, hemos tenido nuestros más y nuestros menos porque somos humanas; pero sé que en mi vida tendré una amiga tan buena como ella.
Núria parece extraña por fuera. Tiene una estética un tanto desentonante con lo habitual en este barrio. Núria es punk. Muchos incultos la llaman gótica y cosas por el estilo, y eso cuando no la insultan por su look. La verdad que desde que la conozco su aspecto ha cambiado muchísimo. Su pelo tiene los colores más estridentes, lleva camisetas de grupos que dudo que conozcan nuestros compañeros -desde Negu Gorriak hasta los Ramones-, sus pinturas de guerra son un tanto peculiares, sueña con hacerse una cresta en su antes cascada de rizos -que yo misma le corté con un extremado estilo garçon, creo que ver sus rizos caer me dolió más a mí que a ella.
Mis padres se preocupan porque saben que su vestimenta, su atuendo provoca reacciones violentas en algunos iluminados que por el barrio y la ciudad circulan, y qué quieren que le diga, a mí también. Pero ella debe decidir entre seguir con sus ideas o llevarlas sólo por dentro -aún con el paradójico riesgo de que los demás la abucheen por abandonar hipócritamente y por miedo su apariencia anterior.
sábado, 15 de diciembre de 2007
Baile de máscaras

Internet nos da muchas oportunidades para esconder nuestra verdadera identidad, hacernos una nueva; y así participar en este baile de máscaras donde uno puede mentir a su antojo sin que nadie le pueda reprochar nada. Quizá en realidad no me llame Aranzazu, quizá no estudie primero de bachillerato, puede que no tenga dieciséis tiernos años, quién sabe si ni siquiera sea mujer. Aunque en este caso os aseguro que todo lo anterior es cierto.
Tengo varias cuentas en diversos sitios de Internet, de hecho, en esta red de redes conocí a mi novio -ya hace dos años y medio que nos conocemos en persona, no se piensen que yo sería capaz de mantener uno de esos tristes romances cibernéticos donde si se ve la cara de la persona amada, es a través de la webcam, los besos son meros iconos, los susurros con promesas de amor viajan por cables hasta la computadora del amante... ¿Qué mierda de amor es ése?- y nunca hubo máscaras: él sabe cómo soy, y yo le conozco bien, nada de nicknames que hagan pensar al otro si ese 69 es la edad, el año de nacimiento o una declaración de intenciones.
Pues en esta red de redes he conocido a bastante gente, dándome cuenta de que si tengo problemas de relación con algunos compañeros del instituto no es mi manera de ser, mis gustos tan raros a sus ojos ni nada por el estilo, ya que sin disimular nada de mi ser he hecho buenas amistades con personas de todo tipo, iguales a mí o absolutamente diferentes.
La verdad que en este baile de máscaras yo voy con la cara descubierta.
jueves, 13 de diciembre de 2007
Curiosidad, por suerte
Esto sucedió a principios de septiembre en el metro. Íbamos unas cuantas amigas y yo a pasar la tarde en un centro comercial de Barcelona.
El vagón iba bastante vacío, por lo que todas pudimos sentarnos. Háblabamos de nuestras cosas mientras nos dirigíamos a nuestro destino cuando una señora de avanzada edad se subió al vagón y se sentó a nuestro lado.
Esa señora nos dio conversa. Fue algo así:
Señora: ¿Acabáis de salir del colegio?
Alguna de nosotras: No, señora, lo empezamos en una semana o así.
Señora: Ahh... Y qué, ¿os enseñan a coser y a cuidar niños?
¿Qué decirle? Nos quedamos calladas todas, mirándonos con extrañeza, dándonos pena la mujer.
Señora: ¿Y qué quéreis ser, niñas? ¿Enfermeras o profesoras?
Mi pensamiento: Madre mía, esto es demasiado. Si le digo que quiero ser ingeniera de caminos le dará un patatús a la pobre señora.
Nos bajamos y nos despedimos de la señora, que nos dio bastante pena. Pero tampoco dijimos nada más.
Sí, quiero ser ingeniera de caminos. Y al comentárselo a personas supuestamente no tan chapadas a la antigua se han escandalizado, diciendo barbaridades que van desde "eso es de chicos", hasta "los catedráticos, al ver que eres mujer, pensarán que vas a pescar a un futuro marido bien situado y serán de lo más cabrones contigo".
Pues lo siento, señores, estudiaré caminos, le duela a quien le duela. Y si tengo que luchar el doble, lo haré. Y si es de chicos, pues más tendré donde elegir, hala.
miércoles, 12 de diciembre de 2007
Eguzki-izpiak

hemos vuelto a ver el Sol;
como dos presos comunes
en el tejado de una prisión.
Un ejemplo sería hoy.
Un día penoso.
Me han vuelto a meter el dedo en la llaga con mi primer suspenso, el cual prefiero obviar pues lo recuperaré el trimestre que viene; he visto a gente que preferiría no ver jamás, pero tengo que verla; he discutido con mamá y con mi novio...
Como podéis apreciar en la entrada anterior, de hoy mismo -gracias por los comentarios, por cierto ^^- mi día era paupérrimo.
Eran las cinco de la tarde, mojaba con mis lágrimas un cojín del sofá mientras trataba de relajarme. Y las nubes empezaron a disiparse.
Mamá me envía un mensaje para saber si estoy mejor. La llamo al trabajo, hablamos y todo queda como siempre, y las dos más tranquilas.
Llamo repetidas veces a mi novio a casa para tratar de arreglarlo todo, pero no descuelga nadie. Le llamo al móvil, cruzando los dedos para que no esté tan cabreado para no hablar. No lo estaba; simplemente me dice que está fuera de casa y que en veinte minutos le podré llamar a casa.
Espero a que me avise.
A la media hora, pican a la puerta. No me lo podía creer, ¡era él!
Mi novio vino desde Mataró sólo porque estaba preocupado por mí y quería abrazarme y que hiciéramos las paces. Pasamos la tarde juntos en casa, viendo medio adormecidos la televisión, muy feliz yo de tenerle y de estar protegida entre sus brazos, bajo las mantas.
Se marcha, hago los deberes y me conecto.
Leo los comentarios y me siento menos anclada a mi tristeza.
Leo un post que me hace enrojecer y llorar como una tonta, doy muchas gracias a quien lo escribió.
Mi teoría del destino me recuerda un poco al pensamiento teocéntrico medieval -aguantar todo el sufrimiento de la vida para la paz en la vida extraterrenal en el cielo- pero veo mis días y parece que el destino o yo que sé quieran compensarme más de una vez. Mejor pensar así que verme arrastrando una enorme cruz, ¿no?
Muxu pila para todos.
Bad day
lunes, 10 de diciembre de 2007
Pompa de jabón.
No dejo de pensar en las passejades que nos pegábamos papá y yo por Barcelona las mañanas de primavera cuando hace un par de años me vi sumida en la tristeza pero la única que tenía depresión era mamá; sin embargo, yo estaba muy triste siempre, me sucedieron muchas cosas a la vez y no pude afrontarlas -ya dicen que de mica en mica s'omple la pica.
Recuerdo con especial tristeza los consejos y las charlas de papá por las Ramblas, los callejones estrechos en los que los bloques de pisos bajitos parecían abalanzarse sobre una, donde escalofríos me recorrían el espinazo al recordar aquello que me contó papá -una vez encontró a una muchacha muerta por sobredosis. Sus intenciones eran muy buenas, pero el efecto de sus palabras en mí era nefasto, de hecho, el recuerdo aún me comprime el pecho.
Tú estás así por culpa de la gente, niña. Tienes que ser como una tortuga: avanzando, pasando de la gente, con tu caparazón en el que nadie puede entrar, ¿me entiendes, Arantxa?
Te entiendo, papá. Pero yo nunca seré una tortuga de duro caparazón, he sido, soy y seré una frágil burbujita de jabón a la merced del aire.
sábado, 8 de diciembre de 2007
Cinco minutos más

Mamá quiere que salga, aunque sea con ellos, un rato esta tarde.
Mamá, no quiero. Déjame vivir en mi cama calentita, el mundo onírico y el dormir pesado sin sueños me hacen escapar de esta mierda de vida sin tener que acabar con ella, opción que tanto me tienta cuando no estoy entre mis sábanas tan suavecitas.
viernes, 7 de diciembre de 2007
El cielo está encapotado. ¿Quién lo desencapotará?

Maldito cielo gris... Quiero que llueva de una vez, salir a tomar la lluvia, dejarme caer en el suelo encharcado con las ropas empapadas y que las gotas que caigan disuelvan mis lágrimas...
Tarde con amigos, batido e intento de compras. Inditex, ¿para quién hacéis la ropa? Parece que para gente como yo, con generosas caderas, algo de barriguita y buenos cuartos traseros, no. Y me niego a ser un bicho palo informe y amorfo.
Intentaré buscar un poco de solución a lo que esté al alcance de mi mano poder arreglar. A ver qué pasa.
martes, 4 de diciembre de 2007
¿Justicia, dices?
lunes, 3 de diciembre de 2007
Ezkutuko pentsamenduak
Demasiadas injusticias en tan poco tiempo comprimidas...
¡Matadme de una puñetera vez!
¡Que os vean vuestras manos manchadas de sangre y os encierren en una mazmorra en lo más profundo del frío oceáno!
¡Idos a la mierda directamente!
Pero sé que para variar yo saldré medio muerta por dentro y vosotros, cómo no, impunes.
¿Queréis volverme loca?
Pues lo estáis consiguiendo, me paso horas mirando al techo con los ojos rojos de tanto embeber mis lágrimas, el suelo húmedo de tanto bebérselas, pero ¡qué mas os da!
¡No os considero ni personas, sois unos jodidos monstruos!
De veras, no puedo más. Sólo pienso en abrirme los brazos otra vez más, volver a ver salir mi sangre rojísima, sentir que el dolor real palía el imaginario...
Si no acabo con esto es para no daros ese gusto. Imbéciles.
Agur.
domingo, 2 de diciembre de 2007
Freakin' sweet

Estar con él es tener sed y beber agua salada...
Pero me basta con oler mi piel, ver que huele a él y sentir que siempre tengo una burbuja de amor a mi alrededor y que no hay manera de romperla; que no me hacen falta gafas especiales ni puñetas para ver el mundo de color rosa, o al menos, más rosado.
Dos años y medio de felicidad, de malos tragos que he pasado abrazada a él, y los que nos quedan. Hay quien dice que soy muy joven para tener novio, para estar con él tanto tiempo, pero le amo como la mujer en la que poco a poco me voy convirtiendo.
Aún noto sus labios en los míos y ya deseo volver a verle...
Aunque dudo que lea esto, ¡LE AMO!